Por mi ventana entran
sombras de nubes,
brumas que me salpican
con lágrimas despojadas
Son llantos que bebo
y al final me emborrachan,
y embriagado de queja quiero,
más nunca puedo,
salir de mi ventana.
Escucha las voces del silencio
que cantan al alba,
presos sentimientos,
suspiros de esperanza,
son gritos de dolor sombrío,
las voces de la madrugada,
de la queja bien callada
del libre albedrío.
Por mi ventana pasa el viento
y con su brisa
va recogiendo en volandas
propósitos que a toda prisa
quieren, pero no andan.
¡Palabras, siempre palabras
que ya no me dicen nada!
Cansado estoy de estar harto,
quiero que mires y abras
las rejas de mi ventana.
Escucha las voces del sentimiento
que acompañan al alma,
ecos de hiriente sufrimiento
que no gozan de calma;
suspiros que brotan
de una garganta,
anhelos que sólo encuentran
silencio y tormento,
dolor que abrasa y espanta.
En la historia encuentro
las voces del tiempo,
en el hombre las voces
que huelen a muerto,
en el muerto el silencio
de voces que viven,
y en la vida encuentro
las voces calladas
de los hombres muertos.
Antonio Gómez Sánchez
Hola Antonio, desde Bocairent te deseo antes de nada mucho ánimo en tu salud y
ResponderEliminarque los buenos espíritus te den esas ganas de vivir que siempre tienes tu y que es muy natural de ti.Me encantan tus escritos y sigue así con esta línea
tan peculiar tuya.Un fuerte abrazo